Saturday, June 14, 2008

Mister Kaizer, Hans Constanza og Meg

Una vez curioseando por los idiomas di con una coincidencia que me pareció muy peculiar. Resulta que en el idioma Noruego, la palabra en castellano "gratis" se dice "gratis" en noruego. Ahora, estos son 2 idiomas totalmente distintos, y esta no es cualquier palabra. Y resulta que además de vez en cuando escribo algo y invito a los lectores y fanáticos de la música a compartir mis gustos musicales de manera "gratuita". Esto era una señal de los dioses, Odín y Tlaloc se pusieron de acuerdo y resulta que sí tienen algo en común. ¡Chalud la compañía de deidades!

Una vez identificado cuál es mi destino marcado en las estrellas (y yendo totalmente en contra de mi creencia de teorías astrológicas pero cuya evidencia en este caso era irrefutable) me di a la tarea de compartir en esta ocasión a una banda que por obvias razones resulta muy poco conocida en estas tierras de temperaturas templadas: Kaizers Orchestra. Si alguien alguna vez ha escuchado a Jon Cale o Leonard Cohen y estado lo suficientemente intoxicado para pensar que en lugar de ser señores de visiones oscuras son jóvenes hablando un idioma que nadie entiende, entonces no sólo es un candidato perfecto a apreciar esta banda, sino también a recibir extensa ayuda médica a la brevedad. Para profundizar en la primer condición pertinente, aquí les presento a una banda altamente recomendable. Para empezar debemos obviar el hecho de que hablan una lengua inentendible, pero al mismo tiempo debemos saber que al escucharlos descubriremos una música muy cruda, un tanto bruta, con gran imaginativa y de una calidad oculta que satisface gratamente. Siempre es una experiencia interesante cuando escuchas a 5 tipos haciendo un escándalo impresionante con instrumentos que en realidad no fueron inventados para esa clase de uso, o que sencillamente no son instrumentos para empezar. Qué bonito es escuchar una canción melancólica, triste, hablando de lo que es la guerra en una familia sin su padre, mientras un tipo le da con todo a un bote de basura metálico.

Más allá de las excentricidades con las que viven estos muchachos (creo que es una característica inherente en los nórdicos), no pierden nunca de vista grandes ideas musicales. Siempre muestran una enorme noción de ritmo, ofreciendo a veces un blues clásico debajo del tamborileo, o un rock nada despreciable detŕas de un coro de tipos que no hacen más que remitirnos a un bar muy a la vieja escuela donde se canta a la felicidad de la camaradería y la bebida. En todo momento intentan contar una historia, recordar un momento o proponer una idea. Siempre que una banda se dedica a hablar (aunque no lo entendamos) de cosas distintas a el aparentemente inagotable cliché del mundo musical vale la pena prestarle una oída. Las canciones hablan desde un enano que baila el vals y un oraguntán que juega a las cartas, hasta la fiesta triunfal en la casa del señor Kaizer, mientras afuera el mundo se hace pedazos, a donde estamos invitados su Constanza y yo (meg).

Creo que por ahora es difícil decir más. Siempre resulta complicado hablar de una banda que nunca se parará por estos lugares, pero quizás esto sirva como el principio de un plan maquiavélico en el cual formaremos una base de aficionados que hagamos ruido y quién sabe, algún día los veamos por acá. ¡¡Alguien dígame que no estoy solo!!

Pero bueno, mientras eso ocurre yo los dejo. Aquí comparto con ustedes el disquito de esta semana. Resulta ser su disco debut y eventualmente subiremos los que siguen. Recuerden que aquí y allá es "gratis", así que nada más no lo vendan, si no ya no nos entenderíamos ni aquí ni allá.




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