Saturday, November 03, 2007

Confusion Will Be My Epitaph


Últimamente he tenido un renacimiento musical de esos que te llevan de vuelta a los momentos cuando realmente identificaste la música que te define, la música que te apasiona y obsesiona. Para mí ese género es llamado el rock progresivo. Aquellos días en la preparatoria o secundaria cuando uno empieza a tomar la música más seriamente fui sujeto a un bombardeo de descubrimientos musicales que me marcarían por siempre. Descubrí a Pink Floyd, después a Yes. Poco después habría descubierto a Gentle Giant, Génesis y aún más importante, a King Crimson. Cuando empecé a buscar qué demonios era esta música que estaba encontrando por todos lados descubrí la definición del género "progresivo", y como buen chico inquieto me pregunté de dónde venía esta densidad única musical. La respuesta fue King Crimson, más específicamente, Robert Fripp.

Estaba yo tumbado en una hamaca en una playa en Oaxaca cuando uno de mis tíos se acercó y me dijo: "Escucha esto con atención. Aquí vienen 3 de las piezas más importantes en la historia del rock". Ante dicha introducción y preámbulo uno no puede hacer más que poner atención o reirse. Yo hice ambas y con mucho gusto. La luna en todo su esplendor, el mar con su incesante canción, la hamaca con un movimiento arrollador, y del modesto aparato reproductor se escucha 21st Century Schizoid Man. Sin haber entendido lo que acababa de escuchar y un poco nervioso al intentar digerirlo se empieza a escuchar la melancólica e imponente Epitaph. Fue ahí cuando yo empecé a ver estrellitas. Escuchando con toda atención y ya preocupado por no conocer lo que estaba oyendo el set epifánico termina con The Court of the Crimson King Inc. Fue en ese momento cuando realmente supe que lo mío lo mío era el progresivo, y que si me iba a jactar de ser un fanático meritorio debía explorar a esta banda. Mi impacto fue aún mayor cuando alguien me dijo que las canciones que acababa yo de escuchar eran todas del mismo disco y que este disco había sido grabado allá en las lejanías de 1969.

Regresando de ese gran viaje mi misión era clara. Tenía que encontrar el disco que dio forma y propuso al mundo oficialmente el género que me absorbería por completo: el rock progresivo. Fue este disco el que propuso al mundo una ruta más de la expresión. En 1969 los Beatles estaban por terminar su carrera como banda y su impacto se sentía en todos los frentes. Nuevas bandas con nuevas ideas se establecían por todos lados. Zeppelin, The Who, los Stones se consolidaban, la apoteósica década de los 70 estaba por comenzar. El señor Robert Fripp decidió no quedarse atrás y lanzó el disco "In the Court of the Crimson King", debút de su recientemente creada banda King Crimson. Junto a los hermanos Giles con quienes había colaborado antes, así como con el talento vocal de Greg Lake (de quien hablaremos en alguna otra ocasión... seguro), King Crimson introduce la idea de la exploración musical extrema. Canciones constantemente cambiantes, sin limitaciones temporales, con nuevas complejidades técnicas y expresiones líricas totalmente fantásticas. Eso fue lo que King Crimson trajo al mundo en 1969. Un disco con 5 canciones de una hora de largo (este concepto por sí sólo ya era novedad), 5 canciones que desafían una nueva faceta del fanático. 5 poemas que marcarían la pauta del rock progresivo por el resto de su historia, 3 de los cuales escuché por primera vez aquella maravillosa noche en la playa. Definitivamente el rey había llegado y había establecido claramente su reinado.

Esto es el nacimiento del rock progresivo. Si esto les cautiva como a mí prepárense, esto es sólo la puntita de un gran iceberg que nunca termina de fascinar.

¡¡Chalud la compañía!!

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