My Head in a Cloud...

Hace una semana tuve la suerte de asistir a un evento. ¡Ah que bueno es eso de ver a aquellos que te inspiran frente a ti haciendo lo que te encanta que hagan! Hay veces que la semana no va como uno quiere, o las cosas se desaceleran, o Chivas empieza a perder un partido tras otro... es necesario distraerse. Y qué bueno que uno abre el periódico y ahí junto a las fotos de nuestros enormes atletas en categorías avanzadas de edad que parece que vuelan y recorren kilómetros sin tocar el piso, o al lado de las imágenes de las manifestaciones de toda la humilde raza trabajadora de la lona roja... ahí junto aparece.... "Porcupine Tree en Concierto". Permítame me pongo de pie.



Fue hace 3 años que navegando por el espacio cibernético en busca de cosas nuevas, porque ah cómo salen cosas nuevas de la internet, que di con un gran sitio para todos aquellos que gozan del rock progresivo. No es el tema de hoy, pero se los comparto de todos modos: http://www.progarchives.com/. Una vez ubicada esta gran enciclopedia de rock progresivo salió el nombre de Porcupine Tree. Aquel proyecto del nuevo genio progresivo que es Steven Wilson. Ya será en otra ocasión cuando hablemos de los principios de una de las más grandes bandas progresivas de los últimos años. Hoy más bien hablaremos de los últimos meses. Y es que como toda banda que se respete y se proponga a trascender, es necesaria la evolución. Siempre es muy grato cuando uno pone un disquito, presta un poco de atención e identifica la esencia del grupo que está escuchando. Para aquellos que no tienen paciencia o que realmente no buscan nada en la música más que el reven (y no tiene nada de malo) la esencia no se presenta claramente. Otros lo llaman (y es esta la definición que más me gusta) ESTILO. Siempre habrá quienes piensen que cada canción suena igual a las demás, o que se dan cuenta de que se trata sólamente el estilo de la banda que desde hace rato nos había atrapado.



El estilo es la esencia de la música y lo que le da personalidad a un artista y a su propuesta. Pero ciertamente para trascender y superar la común y monumental barrera del álbum debut, se necesita evolucionar, siempre mantener al espectador descubriendo hacia donde lo ha llevado el nuevo estilo del último disco. ¡Qué decepcionante es descubrir lo mismo!



Porcupine Tree se volvió hasta cierto punto irreconocible en su último disco. Pero una vez que identificamos esta nueva esencia nos dimos cuanta que eran los mismos 4 compadres haciendo grandes cosas y con ideas verdaderamente interesantes. Fear of a Blank Planet es este úlitmo giro en el estilo de PT. Mucho más agresivo, más pesado, más escandaloso, pero siempre conservando una de las características que creo que a los que los queremos nos han cautivado, el poder lírico y melódico de la banda. Una hermosa melodía oculta pero nunca imperceptible debajo de un sonido intenso y poderoso que llama siempre la atención, o incluso en primera instancia, es difícil de escuchar. ¿Qué les pasó a estos muchahos? Primera pregunta al escuchar este disco la primera vez. ¡Qué bueno que les pasó a los muchachos! Última expresión cada vez que escucho el disco.



Con momentos realmente grandes con rolas de 18 minutos, canciones que crean una atmósfera siempre melancólica a la cual nos tiene acostumbrados esta gran banda, canciones hermosas y sorprendentemente tiernas en momentos. No por nada el Papá del Progresivo (un tal Fripp) colaboró en este disco y lo va a hacer en el que pronto saldrá a la venta (ya viene otro y mi economía aún no se recupera, habrá que empeñar algún bien).





¡Qué bonito es ver a tu grupo preferido! Steven Wilson prometió volver. Les recomiendo ampliamente se unan a la banda porque va a estar tremendo. Mientras tando les dejo este último disco. Para aquellos que saben de lo que hablo escuchen y disfruten, para los que no los topan no notarán el cambio de discos anteriores, será cosa de que vuelvan y yo ponga los discos anteriores.





Pero primero tengo que despertar.

Fear of a Blank Planet